Cuando este proyecto llegó a nuestras manos, el reto estaba claro: nuestro cliente quería reconvertir un espacio diáfano de 555 m2, en 8 viviendas, y nuestro equipo de Ivory Design se puso manos a la obra.
Desde la fase inicial del proyecto teníamos claro que los 8 apartamentos seguirían la misma línea y habría un hilo conductor entre todos ellos, pero queríamos que cada uno tuviera su propia esencia.
Partiendo de esta idea, el proyecto se basó en la creación de un contenedor muy limpio y liso, de líneas puras, y común a los 8 apartamentos, a los que se ha dotado de personalidad y carácter propio gracias a los pavimentos verticales empleados, los cuales tienen diferentes texturas y colores, y son los protagonistas del proyecto.
A la hora de plantear el proyecto de interiorismo, nuestra inspiración fueron los colores de las pimientas, y a partir de ellos, se fue trabajando la identidad y el carácter de cada uno de los apartamentos.
Teniendo en cuenta la ubicación, características y luminosidad de cada una de las viviendas, se fueron eligiendo los distintos tonos de cada proyecto, asignando los colores más oscuros a los apartamentos más luminosos, y los colores más claros y brillantes a los apartamentos que tenían menos luz, consiguiendo así el equilibrio perfecto entre luminosidad y color.
Una cuidadosa aplicación de materiales como la madera, el cristal y los pavimentos verticales, combinados con diferentes texturas y colores, han conseguido crear un conjunto muy especial y singular.
Cada uno de los apartamentos cuenta con una cocina independiente, salón con zona de comedor bien diferenciada, y la zona de descanso compuesta por un dormitorio doble con zona de estudio, vestidor y cuarto de baño completo.
La zona de descanso está separada del resto con originales pavimentos verticales que pueden cerrarse y aislar esta zona o permanecer abiertos, facilitando así la circulación y conectando la zona social con la privada.